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El aparato respiratorio a través de los años
Es importante reconocer que, con el paso del tiempo, nuestro cuerpo va experimentando cambios anatómicos y funcionales, muchas veces orientados hacia el deterioro de algunas operaciones del organismo. Con relación al envejecimiento del aparato respiratorio, está bien demostrado que la edad y la exposición a factores ambientales como la mala calidad del aire (contaminación), los microorganismos infecciosos, las sustancias tóxicas, los antecedentes personales de exposición a humo (leña, carbón, sustancias laborales, tabaco), así como la falta de ejercicio aeróbico regular, son los condicionantes para una disminución mayor en las reservas anatómicas y funcionales de nuestras vías respiratorias.
Los cambios más reconocidos que sufren estas vías son:
- Disminución en el número de células alveolares tipo II (neumocitos), indispensables para la elasticidad de nuestras vías respiratorias más profundas (sacos alveolares).
- Acentuación de las curvaturas fisiológicas y disminución de los espacios entre las vértebras de la columna, así como calcificación de los cartílagos costales. Estos cambios condicionan una limitación externa en los movimientos de ampliación y reducción de la caja torácica.
- Disminución en el número de cilios (microvellosidades ubicadas en la luz de las vías respiratorias tanto altas como bajas) y disminución en su capacidad de movilidad; los cilios son importantes para atrapar y expulsar microorganismos y partículas nocivas para las vías respiratorias más profundas (alvéolos) y su disminución resulta en mayor incidencia de procesos infecciosos bronquiales y alveolares (neumonía).
- Cambios en la composición molecular del tejido de colágeno que conforma el citoesqueleto de nuestros pulmones, haciéndolos menos elásticos. Esto origina una menor capacidad vital y limita el intercambio de gases a nivel alveolar (oxígeno y bióxido de carbono).
Todo lo anterior representa para el adulto mayor una condición de susceptibilidad a procesos inflamatorios infecciosos y no infecciosos a nivel de nuestras vías respiratorias, así como una menor tolerancia a las situaciones climáticas adversas. Por ello, es de vital importancia tomar medidas de autocuidado para evitar complicaciones en este nivel y otros.
Contenido patrocinado por la revista Sin-cuenta y más…
Autor: Dr. Raúl Valencia López (Medicina Interna y Geriatría).